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¿Un renacer del Tango?

                                                                   Por: Tito Alberto Brovelli - Tango Viajero, 2004.5


Dicen que el Tango está renaciendo en el mundo. ¿Cómo se entiende esto después de tantos años de eclipse del tango? La respuesta no puede ser simple porque obviamente las razones son muchas y complejas. Sin embargo, un coro de voces dentro y fuera de la Argentina afirma que al igual que el Ave Fénix, el Tango ha renacido de entre sus cenizas.

Como aproximación al tema, vale decir que en diferentes países se está dando una especie de hiperactividad en torno al tango. Eso es algo bien notorio en Colombia, España y Francia, y también en países más lejanos como Nueva Zelanda, Turquía y Finlandia, entre otros. Después de revisar información en diferentes fuentes y consultado a algunos amigos en otros países, podemos decir que la mencionada hiperactividad se manifiesta de la siguiente manera:

Hay mucha gente joven estudiando baile, música y hasta canto. Están surgiendo pequeños grupos de música (tríos y cuartetos) que son como la promesa de una semilla que ya está sembrada. En los Estados Unidos, a lo largo de Europa y más allá, lugares donde se enseña a bailar tango y milonga han aparecido como hongos. Y cada vez hay más creadores de videos sobre la historia del tango y testimonios de experiencias musicales, a través de YouTube y otras redes sociales.

Todo esto es bien visible en Internet. Con sólo poner en el buscador la palabra mágica “Tango”, una multitud de páginas se abren con noticias de eventos, clases de baile, cursos de bandoneón y de guitarra, sitios de encuentro, cafés culturales y hasta radios como la nuestra: Tango Viajero. ¿Es esto un espejismo o es verdad que estamos en los umbrales de un “renacer” del Tango? Antes de seguir avanzando es prudente entender esto: hablar del futuro del tango no nos libera del pasado del tango. Por el contrario, si bien las circunstancias han cambiado y los temas que inspiran a letristas y compositores también son distintas, sin embargo, es tan monumental la riqueza que el tango encierra en experiencias de vida que identifican al Río de la Plata, que imposible de ignorar. Dicen que el tango murió entre finales de 1950 y comienzos de 1960. ¿Qué le pasó al Tango? ¿Por qué nos desentendimos de él y por tanto tiempo? Echemos una mirada a los ciclos históricos:

• Los años 60 marcaron una transformación en el mundo. La cultura occidental vivió una época de cosas nuevas, de rebeldía. Fue la era del Rock, la revolución de los Hippies, el surgimiento de los Baby Boomers, y Los Beatles brillaron por todo lo alto. Los avances de la ciencia y la tecnología fueron motivo de distracción: es cuando el hombre llega a la luna, sorprenden los avances en computación, la creación de Internet, los primeros trasplantes e infinidad de otras novedades.

Surge la “Vanguardia” del tango, esos innovadores que sin quererlo o queriendo preanunciaron una transformación. En esa camada se destacan Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese y Mariano Mores. Y fundamentalmente Astor Piazzolla, quien llevó al Tango a sus extremos. Un Piazzolla resistido y acorralado por las fieras a las que calmó recién en 1969 con esa magnífica obra que creó junto con Horario Ferrer: “Balada para un loco”. Hay quienes dicen que esta obra marca un punto de inflexión en la historia del tango y que, de alguna manera, contribuyó a la renovación del género.

• También hubo compositores e intérpretes de valía, entre ellos Eladia Blázquez, Ernesto Baffa, Osvaldo Berlingieri, Atilio Stampone, Susana Rinaldi, Rodolfo Mederos y el Sexteto Tango, entre muchos más.

• Y también se sumarían las compañías de baile coreográfico que hicieron giras exitosas por el mundo. Esa gran promoción hizo que la gente volviera a interesarse por el baile.

La Cultura es una materia sensible a los cambios estructurales de la sociedad. Algo tenía que suceder en la Argentina para que en las décadas de 1970 y 1980, la gente se alejara de las expresiones culturales en general y del Tango en particular. La política estaba interfiriendo… Dos ciclos de gobiernos militares, el primero de 1966 a 1973 y luego de 1976 a 1983, no eliminaron, pero sí retrasaron el proceso de renacimiento del Tango. A eso hay que sumar el fallecimiento de numerosos artistas entre otros Edmundo Rivero, Osvaldo Fresedo, Rosita Quiroga, Hugo del Carril, Alberto Marino y el poeta Homero Expósito.

Es llamativo que la decadencia de ese tiempo no frenó al rock nacional que, por el contrario, ganó terreno y de esto se arrepentiría después el mundo del Tango. Para el historiador Carlos Mina las cosas son más simples. “Los géneros tienen su ciclo histórico y pueden mutar hacia otra cosa. Y agrega: “El Tango no se fue, no mutó, ni se monumentalizó. Reapareció cuando nadie lo esperaba, en la misma forma en que habia quedado cuando se dejó de prestarle atención. Y volvió para quedarse, adecuado a los tiempos nuevos, eso está claro”.

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