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La juventud y el tango
Fuente: resumen del guión del Podcast "La Juventud y el Tango".
Algunos dicen que el Tango está renaciendo en el mundo. ¿Y cómo puede explicarse ese “renacer” después de tantos años de eclipse del género? Obviamente no puede haber una respuesta simple para algo tan complejo. Sin embargo, un coro de voces dentro y fuera de la Argentina está diciendo que como el Ave Fénix, el Tango ha renacido de entre sus cenizas.
Revisando los ciclos históricos encontramos que desde Carlos Gardel hasta los años 50 la gente concurría masivamente a los bailes, escuchaba tangos por la radio, y en el cine veía películas nacionales con música de tango. Había numerosas orquestas típicas, algunas de gran jerarquía que llevaron el tango por el mundo. Por su parte, los sellos discográficos trabajaban a destajo grabando los temas de moda y las radios competían en la difusión de las nuevas creaciones. Fue la época en que brilló “El Glostora Tango Club” a través de Radio el Mundo. Esta fiebre tanguera se prolongó hasta mediados del Siglo XX. Pero a fines de los años 50 y comienzos de los 60, la curva de popularidad del tango cayó dramáticamente.
¿Qué le pasó al Tango después de la década del 50?
Los años 60 marcaron una transformación muy grande en el mundo. La cultura occidental vivió una época de cosas nuevas, de rebeldía. Fue la era del Rock, la revolución de los Hippies, el surgimiento de los Baby Boomers, y el momento en que Los Beatles brillan por todo lo alto. En esa década aparece la “Vanguardia” del tango, esos innovadores que preanunciaron una transformación en el Tango. Se destacaron Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese y Mariano Mores. Y fundamentalmente Astor Piazzolla, quien llevó al Tango a sus extremos. Al mismo tiempo surgieron compositores e intérpretes de valía, entre ellos Eladia Blázquez, Ernesto Baffa, Osvaldo Berlingieri, Atilio Stampone, Susana Rinaldi, Rodolfo Mederos y el Sexteto Tango, entre muchos más. Y también se sumaría el caso curioso de las compañías de baile coreográfico que hicieron giras exitosas por el mundo. Esa gran promoción, hizo que la gente volviera a interesarse por el baile.
La era del Rock en la Argentina oscureció aún más al Tango. Fueron tiempos difíciles, pero el tango -respaldado en su atemporalidad- seguía esperando. Durante la década del 90 un nuevo movimiento cultural se formó en torno al Tango. Aparecieron nuevos compositores e intérpretes, como la banda argentino-uruguaya Bajofondo, y otras como Idealtango, Gotan Project y Tanghetto, que lograron captar la atención de la juventud. Cada vez mayor cantidad de jóvenes se volcaron al tango a través del baile. Con el tiempo nuevas corrientes musicales se fusionaron con el tango y así surgió el Tango Electrónico o Electrotango, que atrajeron a los jóvenes.
La crisis económica del 2001 que descarriló al gobierno y sumió en una gran pobreza a la población, con más la globalización de la economía que amenazó con apoderarse también de la cultura, todo eso hizo reaccionar a la gente. Surgió un movimiento en defensa de las culturas locales y en el Río de la Plata, de revalorización del tango. Es así como por gestión de los gobiernos de Argentina y Uruguay, la UNESCO en el 2009 declaró al tango como “Patrimonio de la humanidad”. Fue así como se rescató al tango de entre sus cenizas…
Para el historiador Carlos Mina “los géneros musicales -dice- tienen su ciclo histórico y pueden mutar hacia otra cosa. y agrega, “el Tango no se fue, no mutó, ni se monumentalizó. Reapareció cuando nadie lo esperaba, en la misma forma en que habia quedado cuando se dejó de prestarle atención. Y volvió para quedarse”.
Tal vez, las crisis del presente están facilitando una segunda oportunidad para que el tango repita su misión integradora en la sociedad. Y ese sería el verdadero “renacer” del género.
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